Como no podía ser de otra manera, fuimos a comernos la mona como manda la tradición.
Nuestros mayores pudieron disfrutar del sol y los juegos populares en el Jardín de Viveros: excursión fantástica con microbús, comida para los patos y paseo entre los jardines; mientras tanto los más pequeños hacían lo propio en el patio de nuestro colegio.
A medio día todos a comer y a hacer una buena siesta, que ya se la tenían merecida.
Que bien se lo han pasado! Gracias a todos por cuidar tanto de nuestros hijos, sois los mejores de mi punto de vista! Saludos